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viernes, 20 de noviembre de 2015

Alimentación errónea en Hidratos de Carbonos.

Los hidratos de carbonos simples inducen al páncreas a secretar una gran cantidad de insulina (La función de la insulina es regular los niveles de azúcar en la sangre). El aumento brusco de insulina produce un descenso en el nivel de la glucosa en la sangre. Puesto que la insulina es la encargada de asimilar y almacenar la  glucosa en la sangre para que sea transportada a todos los órganos y a los músculos. Este descenso de glucosa en la sangre nos da una mayor sensación de hambre, por lo que nos induce a comer en la mayoría de los casos sin orden ni medida. Este abuso excesivo de comida, y digo comida y no alimentos durante un tiempo prolongado termina desencadenando en malas digestiones por el estrés al que se ve sometido nuestro sistema digestivo con tanto desorden en las comidas y los excesos de azucares refinadas y grasas saturadas. 

Como es lógico no solo acarrea el problema antes mencionado sino muchos otros entre ellos la diabetes, problemas circulatorios, coronarios y así podría seguir con una larga lista. Sin embargo lo que nos ha traído hasta aquí a escribir este articulo ha sido uno de los males más frecuentes de esta mala alimentación como lo es el sobrepeso. Y es que nuestro cuerpo en la mayoría de los casos gestiona con tanta eficiencia estos excesos, que termina por acumular en grasas estos hidratos y no eliminándolos como la mayoría desearíamos. 

Conclusión:

Cualquier producto que lleve azucares y harinas refinadas y una gran cantidad de grasa o podría decirse fritos, son perjudiciales para nuestro organismo si se consumen con demasiada frecuencia o llegan  a ser los substitutos regulares de nuestras comidas. Siempre será mejor obtener la glucosa y a la vez ese punto de energía de cosas tan naturales como pueden ser las frutas. Todas ricas en vitaminas, minerales y fibras.