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sábado, 31 de marzo de 2012

Progreso muscular y resistencia.

La parte más motivadora del entrenamiento anaerobio está en la ganancia de masa muscular. Pero pasamos tanto tiempo delante del espejo que en ocasiones no vemos nuestros avances al punto de desesperarnos y comprometer nuestro entrenamiento. Siempre he dicho que esto es una labor de constancia y fuerza de voluntad. Sin embargo les voy a dar un par de trucos esenciales para que notéis los progresos.

 
Sin que se convierta en una obsesión deberías:

  1. Medir vuestra estatura.
  2. El volumen de vuestras extremidades y abdomen.
  3. Vuestro peso corporal.
  4. El índice de grasa según vuestra masa corporal.
  5. Hacer un test de fuerza y resistencia.

Como veréis tienen varios parámetros por los que medir vuestros progresos con los entrenamientos. Normalmente estos no suelen ir aparejados del todo. Puede ser que te notes más volumen, pero que la fuerza se mantenga en niveles bajos o viceversa. Por eso os dejo el resto de parámetros para que siempre tengáis un punto de referencia. Aunque deberéis tener en cuenta que el cuerpo no siempre tiene la misma disposición para los grandes esfuerzos, que dependiendo de nuestra actividad física diaria  y el clima podremos o no retener más o menos líquidos un factor que puede influir en vuestro peso. Ésta es una de las razones  por las que la progresión de vuestro entrenamiento debería hacerse aproximadamente cada un mes o mes y medio y no a diario.

Deberéis tener en cuenta vuestra fisionomía según las metas que os propongáis. Porque no todos tenemos la misma constitución física. Y a pesar de que todos tenemos un referente de cómo nos gustaría estar, la realidad se impone. Pero no os desaniméis, hay mil maneras de tener un cuerpo firme y esculpido y no tiene porque parecerse al de nadie. Desde ya deberíais ganar la conciencia de estar siempre bien con vosotros mismos, que es lo verdaderamente importante.




domingo, 25 de marzo de 2012

Atuendos para el entrenamiento.


Un entrenamiento de calidad requiere algunos pequeños detalles que a veces simplemente pasamos por alto y son verdaderamente importantes. Hoy me voy a  referir a la ropa con la que entrenamos. 
Algunas personas tienen claro que van a sudar al gym y por ello no creen necesario hacer ningún tipo de inversión en la ropa con la que entrenan y recurren a las camisetas y pantalones de publicidad de algunas marcas de bebidas, o simplemente camisetas viejas y unas zapatillas desgastadas que no suelen ponerse casi nunca, siendo esto un error bastante frecuente que termina algunas veces por dejar más de una lesión.
 
Normalmente cuando se entrena se tiene un plan  sobre lo que se quiere hacer y en base a ello deberemos prestarle atención a nuestra equipación. Mayormente se divide en ejercicios de cardio (aeróbicos) o musculación (anaerobios). Sin embargo también se debe tener en cuenta la época del año y el entorno de entrenamiento.

Las personas que tienen dirigido su entrenamiento a los ejercicios cardio o aeróbico deberán disponer de unas zapatillas adecuadas para disminuir el efecto negativo de la pisada sobre el talón y las rotulas cuando estén trotando. Un pulsometro que les ayude a controlar el ritmo cardiaco y dependiendo de la estación del año se recomienda, para verano o climas tropicales protegernos del sol con prendas que permitan la máxima evaporación del sudor. Un consejo a tener en cuenta en éste último aspecto es que los colores claros dan menos sensación de agobio por refractar los rayos del sol por eso son altamente recomendados para los días de sol.

Para los que su entrenamiento va dirigido mayormente a un trabajo anaerobio. Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es el mantener la temperatura del cuerpo en niveles estables. Y es que entre series hay descansos obligatorios y unos pantalones largos y camisetas de mangas largas serían la ropa ideal para evitar el enfriamiento muscular entre series.  

Así que no sólo se trata de ponerse algún modelito corto para ir marcando músculo o paquete. La idea es respetar el concepto de la base de nuestro entrenamiento y en base a ello dirigir nuestros presupuesto para la actividad y esfuerzo.